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-23- mismos entusiasmos que en los días dé su juventud. El cuarto día de la misión su sermón fué vehementísimo, sumamente patético. No bien lo hubo terminado, sin– tióse gravemente enfermo, apreciándosele al mismo tiempo una fiebre muy alta, lo cual movió al Padre Sa– turnino de Artajona a administrarle el Santo Viático. En el mes de Agosto del mismo año, algo aliviado pero no repuesto de su enfermedad y presa aún de la fiebre, presidió la inauguración del Convento de Pam– plona, siendo el primero en la observancia regular du– rante los dos meses que en él permaneció. En Oct:.tbre y Noviembre hizo la Visita Pastoral en los Conventos de Masamagrell, Arenys de Mar, Pamplona, Montehano y Bayona. , El Padre Esteban fué el alma de la restauración de la Orden en España, el maestro de la nueva generación de Capuchinos, el transmisor de las tradiciones de la Orden, el conservador de la devoción a la Divina Pas– tora durante la época de la exclaustración. Su santa muerte y sus funerales En el mes de Mayo de 1880 el Padre José de Lle– rená, Comisario Apostólico que ya había regresado de Roma, suplicó al Padre Esteban que predicase el Nove– nario de la Divina Pastora en Sevilla. No podía desconocer el Padre Llerena que un ser– mó.n más era un golpe de muerte para el Padre Esteban;

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