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·····13-·- mando ante más de diez mil personas en la Catedral de Caracas el non licet del santo Bautista. Y como el Precursor de Jesucristo es encarcelado por orden del Presidente. Una nueva intervención del Cónsul espa– ñol obliga al Sr. Judas a ponerlo en libertad. 61 Opóstol de Cuba. Como la ola negra de anticlericalismo continuase amenazadora en Venezuela, los Capuchinos españoles pensaron en buscar un refugio en la Isla de Cuba. A este fin el Prefecto envió al Padre Esteban a la Haba– na, a donde llegó el 24 de Enero de 1850. Muy pronto tuvieron éxito sus gestiones; pues las Autoridades le concedieron el Convento de Gaanabacoa, que había pertenecido a los Padres Recoletos. Sin embargo, la fundación no pudo prosperar pcr haber muerto o caído gravemente enfermos, en cuanto llegaron a Cuba, to– dos los religiosos que fueron destinados a aquella Casa. El apostolado del Padre Adoain en Cuba fué fecun– dísimo. Un año permaneció en la ciudad de la Habana predicando en las principales iglesias a ingentes muche– dumbres que no querían perder ni una sola palabra de aquel penitente Capuchino. La santa libertad con que reprendía el vicio y condenaba- periódicos impíos no agradó a algunos fariseos, quienes alzaron protestas contra él. Y como no encontrase protección en la auto- · ridnd eclesiástica de la Dióciesis, se trasladó a pie a
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