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-105- El que llamaba era el Padre Esteban, quien antes de saludarle, ni darle la enhorabuena, le pregunta: «¿Por qué esos desalientos? ¡Reanime ese espíritu! Vale , vuestra Caridad para predicador y predicará muy bien... > El Padre Reus quedó convenci90 de que el Siervo de Dios había descubierto y penetrado su interior. Y acabó por decir y confesar al mismo Padre Esteban todo cuanto había experimentado en su espíritu y el desaliento y pesimismo de que era víctima. Y más tarde el Padre Reus edificado de la caridad del Siervo de Dios y admirado de ese don sobrena– tural de que daba claras muestras, refería este episodio a otros religiosos para edificación de ellos. !Qué buen ca.féL Siendo el Padre Esteban Guardián de Sanlúcar de Barrameda, prohibió ya en Noviembre de 1877, fecha en que tomó posesión de su cargo, que ningún religio– so tomara bebida o comida en casas de seglares, aun– que les fuesen ofrecidas con insistencia. Con lo cual no hacía sino recordar lo dispuesto en las Constituciones de la Orden. Salió un día un Hermano Lego a pedir la limosna después de. cantadas las Vísperas y rezado el santo Ro" sario. A media tarde había terminado su recorrido y regresaba al Convento.
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