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-103- Q)escubre y desvanece una tentación de un religioso Un Hermanito Lego llamado Fray Juan de Cañamás muy sencillo y muy ejemplar, viviendo en el Convento de Sanlúcar por los años de 1879, sufrió una tentación carnal muy violenta, ,de la que se vió molestadísimo du– rante muchos •días. El pobre Hermano no se atrevía a descubrírsela a nadie. El Padre Esteban, que nunca solía salir a pasearse, buscó al referido Hermano; y hallándolo ocupado en su oficina, le invitó a que le acompañase a paseo. Salieron ambos por el camino que conduce hacia Chipiona. Cuando hacía como un cuarto de hora que habían salido del Convento, el Siervo de Dios interrumpió la conversación y exclamó: «¡Hermano! ¿qué le pasa en su alrµa? ¿Por qué hace caso de esos pensamientos? ... » Y poniéndole la mano en la cabeza, le dijo con gran ternura: «¡No se turbe Hijo mío, por nada de eso ... Le– vante el corazón a Dios! ... » Desde aquel momento se desvaneció la horrible ten– tación y ya no volvió a ser más molestado por ella. Esto se lo refirió el mismo Fray Juan de Cañamás a Fray Buenaventura de Alcira, que vive hoy en el Convento de Ollería (Valencia).

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