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- 53 - Las DIGITALES, planta común y venenosa conocida no sólo de los hombres sino también de los mismos animales. -Un naturalista, buen observador, refiere que, fijándose en los campos del Sur de. Chile donde tanto abundan las di– gítales, se extrañaba sobremanera de que esta planta vene– nosa no hiciera mayores estragos en el ganado vacuno. Un hecho que él mismo presenció le explicó claramente tan raro fenómeno. Cierto día, sentado en el tronco de un árbol, tuvo la paciencia de estar contemplando largo rato una vaca y un ternero que junto a él pacían. Las digitales florecientes atraían al ternerito y se dirigió hacia ellas; pero antes de que llegara a tocar la planta, se le adelantó con rapidez su madre y le dió un fuerte empujón. El ternerito, parecía ha– ber comprendido su falta y sin duda quería expiarla a juz– gar por las caricias que prodigaba a su madre. Sin embargo, , después de un rato, el animalito cayó otra vez en la tenta· ción y recibió el mismo castigo. Todavía se repitió la escena por tercera ve~, con la diferencia de que la vaca no sólo cas– tigó con mayor rigor la desobediencia, sino que además se colocó entre la planta venenosa y el ternero, impidiendo nueva reincidencia. He aquí cómo el instinto animal evitó un envenenamien– to. En cambio el hombre, con todas sus facultades intelec– tuales, facilita ese eµvenenamiento y cási lo impone delbie– . radamente a sus hijos enfermos. Hablándo de ESPECÍFICOS, no puedo pasar por alto los últimos ensayos de tres grandes notabilidades médicas que llamaroJ:1 la atención de de todo el mundo. - El célebre Dr. Pasteur creyó haber descubierto un BUE· . RO ANTIRRÁBICO, sacándolo .de un perro rabioso e inoculándo– lo a un mono que, nl;tturalmentei también contrajo la enfer– medad de la rabia. Mató al mono y conservó algunos días la médula de su espina dorsal, con la que preparó su famoso suero. Para muchísimos hombres y animales este remedio ha sido fatal y puede afirmarse que no existen pruebas con• cluyentes de su efecto saludable. -En 1890, el famoso Dr. Koch creyó haber encontrado