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- 18 - casi matemática, sufría un ataque de epilepsia. Actualmente– sigue el tratamiento y hace ya más de ocho meses que no se– ve molestado por tan maligno y odioso huésped. En enfer– mos jóvenes se consiguen efectos más rápidos y seguros y,. mucha_s veces, se logra completa curación. Para conseguir el objeto que me he propuesto, creo sufi– cientes los casos narrados. Por eso omito muchos otros que, se me han presentado en los largos años que tiene mi prác– tica de enfermos y enfermedades. El agua no sólo sirve para aliviarnos en las enfermera-– des, sino también para preservanos de ellas; y puedo ase– gurar con toda verdad que la persona que al levantarse por la mañ.ana hace, todos los días, siquiera una sencilla frota– ción, se verá libre de muchos males y miserias. Hay personas (y por desgracia son muchas) que aunque, parecen muy limpias, consideran inútil y ocioso el bafio diario, sobre todo cuando es con agua fría, como nosotros lo recomendamos. A esas personas les diría yo que, efectiva– mente, la suciedad que llega a u-1,estra cara o a nuestras, manos por contacto exterior, será de más bulto y por ende más visible, pero no tan perjudicial como la que despide todo nuestro ·cuerpo a través de sus poros, pues está com– puesta de substancias venenosas y en cantidades mucho ma– yores de lo que algunos se imaginan. Eso, podrá notarlo– todo aquel que tenga olfato más o menos fino, al tratar con p~rsonas que no tienen costumbre de bañarse todos los días. El baño diario de agua fría es conveniente y necesario a toda clase de personas, sean jóvenes o ancianas, débiles o robustas. El baño frío es refrescante y fortificante; y, apli– cado con prudencia, nunca hace d&,ño. Por el contrario, cret' ·que los bafios tibios o calientes sor. siempre perjudiciales y,. a veces, causan muchas perturbaciones y enfermedades. De tomar bafios calientes o tibios, sería preferible no tomar ninguno. Sólo admito una excepción y es el baño de vapor,.

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