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- 164 - será hacer, en primer lugar, ernpaquetadura de agua fría con sal, desde los pi&s hasta la cintura, teniendo cuidado de que:estén antes cali:entes los pies; Dos horas más tarde, empaquetadura entera (también con sal). Una hora después de sacada esta empaquetadura se dará comienzo a las frota– ciones, que se repetirán cada hora y no se omitirán hasta que las pústulas apí\rezcan al exterior. Una vez que esto se ha consegui:do, se procurará impedir que vuelvan otra vez al cuerpo las materias morbosas que ya, en parte por lo me– nos, han sido expu~sadas. Y con este objeto, se prohibirá terminantemente al enfermo que descubra parte alguna de su cuerpo. No es necesario demasiado. abrigo; pero sería muy peligroso que el enfermo se descubriera. Por tanto, to• d.a vigilancia será poca en lo que a esto se refiere. Para disminuír el calor que c:mstantemente ha de expe– rimentar el enfermo, se le harán dos empaquetaduras du– rante el día y una o dos durante la noche. Estas empaque– taduras deben durar una hora; y si se trata de personas ro– bustas, hora y medi1. El modo de hacerlas consiste en hacer la envoltura por todo el cuerpo, incluso la cara y la cabeza, no dejando al descubierto más qtrn la boca y fosas nasales. Después de cada empaquetadura, la sábana que se ha usado en esa aplicación se mete en agua hirviendo y luego se seca al aire libre. La mejor bebida para los enfermos de viruela es el té de limpia-plata, cortezc:. de encina y ::m poquito de menta. Otros recomiendan crémor con miel, en proporción de 1 de crémor por 2 de miel, una cucharada cad~ hora, tanto de día como de noche.

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