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15G - arroz o el Jugo de manzanaH cocida.~, o el té de limpia plata con un poco de rome1·0 o de cedrón (yerba-Luisa). Alimentación de los calenturientos.-Respecto a la alimen– tación de los enfermos que padecen fiebre, advierto que los líquidos, como caldos, sopas, etc., no son perjudiciales, pero tampoco son provechosos para estos enfermos. Lo mejor sería darles poco alimento pero fortificante y de fácil diges– tión. Doy la preferencia al huevo cocido, bien duro que nun– ca perjudica y puede ser digerido por cualquier estómago. Es muy natural que a un enf9rmo le repugne el huevo duro; y por eso, es conveniente partirlo con cuchillo en porciones pequefíísimas, pero sin amaRar!aR o machacarlas; luego se le pone un poquito de s,-d y se da al enfermo ,con una cuchari– lla. De esta manera no le repugnará; y para facilitar la deglución,· podrá tomar a lgun sorbito de agua o pan seco, remojado en agua fría. VÉRTIGOS Son muchas las personas que se quejan de vahídos, des– vanecimientos y vértigos. Si sobrevienen de vez en cuando y sin dolor ni molestia especial, no tienen otra causa u ori– gen que el aire viciado, los deearreglos del estómago o cual– quiera otra imprudencia. Si son contínuos, pueden ser producidos por postemas del estómago, intestinos, hígado, etc., y en ese caso es necesario consultar al médico. También puede suceder que los vértigos sean causados por la mala sangre y para purificarla se em– plearán los tratamientos generales sefíalados en las diversas páginas de este libre. HIPOCONDRIA.-HISTERISMO Los hipocondríacos llevan en continua agitación la parte más importante del organismo que es el corazón; y esa agi– tación la puedan sentir durante muchos años y quizá desde

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