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- 146 - bargo, nada más fá::il de evitar si se observan las reglas ge– neral-es y el método indicado. El aire fresco nunca perjudica a la salud; y por eso, con– sidero vano y ridículo el temor de aquéllos que creen que un niño puede cor.traer pulmonía fulminante por el mero hecho de ser expuesto al aire. En algún pueblo, he llegado a ver enfermos de tos con– vulsiva a todos los niños, tanto ricos como pobres; y todos pudieron recobrar :a salud en muy poco tiempo con el tra– tamiento hidróterápico, Sk ningún temor ni peligro, puede una madre de familia sanar a su hijo de tan terrible enfermedad de una manera rápida y sencilla.. 1. 0 En primer lugar, el enfermo o enfermos, si son varios en la misma familia, deben quedar aislados en habitación muy ventilada; por lo cual es muy conveniente que una de las ventanas se ma.ntenga entreabierta de día y de noche, lo mismo en verano que en invierno. Huelga decir que es su– mamente peligroso calentar el aposento con estufas o bra– seros.. ~-º E.s indispens::;,ble que todo el cuerpo del enfermo que– de cubierto ron la ropa o frazadas de la cama, procurando impedir que los niños descubran brazos o manos en su agita– ción nerviosa; pero evítese también que el abrigo sea excesivo y demasiado pesad::i para el enfermo, a fin de que no llege a transpirar. Bastará la sábana con una o tres frazadas según la estación, y la ca::nisa, de algodón o de hilo, ancha y larga hasta las rodillas. 3· 0 La única bebida y el único remedio-que puede darse al enfermo, es un te de tusilagoi liquen Isldndico y menta, o por lo menos uno u otro de estos ingredientes; y se puede tomar con miel de abeja por la mañana y con azúcar por la tarde. Durante el tratamiento, se abstendrá de toda bebida fría; y si k~ molesta la S"3d, tomará únicamente el té sobredicho. La comida no exige tanto cuidado y puede ser 1~ de cos– tumbre.