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- 126 - miento será el mismo que recomiendo para esas dos enfer– medadea. Rae.e poco tiempo me trajeron una niña de 18 años enfer ma de estas hinchazones. Los facultativos habían ya em– pleado inútilmente todos los remedios de la alopatía; y co– mo suponían que en el hueso pasaba ya al estado de pu– trefacción, resolvieron proceder inmediatamente a la ampu– tación. Felizmente, hubo quien se interpuso en tan críticos momentos y consiguió traerme a la enferma, que ya está sana y anda sin dificultad, y no queda de la putrefacción del hueso ni siquiera un vestigio. GOTA La gota no et:i más que un exceso de reumatismo y si se -manifiesta en las articulaciones de los pies, recibe el nombre de podagra. La vida muelle y t.:il consumo habitual de alimentos azoa• dos y de bebidas alcohólicas son, generalmente, la causa de esta enfermedad, que se presenta de modo muy brusco y doloroso. La medicina facultativa dulcifica ese dolor con el salicilato de sosa, para que también el estómago tenga par– te en los sufrimientos, porque alivio no se consigue nunca con ese remedio. Una persona que se bañe siempre con agua fría, no cono– cerá la gota; y sin embargo, los que trabajan mucho en el agua o viven en habitaciones húmedas y mal ventiladas, tendrán la gota como tormento de su vejez, si no observan ciertas reglas higiénicas. La curación de la gota es muy semejante a la del reuma tismo: frotaéiones, pitones, empaquetaduras (éstas, menos frecuentes) y ortigas. Pero hay que tener en cuenta que tra– tar solamente el dedo del pie o la parte enferma, causa más daño, aunque parez~a al paciente que con eso se alivia al– gún tanto. No obstante, se p[Jeden aplicar con frncuencia compresas de agua fría sobre la parte dolorida, o t::imbién cataplasmas

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