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- 125 - fermedad ofrece l~ medicina alopática; pero los resultados no son muy halagüeños que digamos. Sin embargo, una larga experiencia me demuestra claramente que el ferocí– simo lobo se convierte en manso corderillo al sólo contacto del agua fría y la ortiga. Pero ¿cómo se emplean? De lama– nera más ser.cilla. Por supuesto que el enfermo no debe guardar capia, porque el reumatismo se cura mejor con aire fresco. Antes, y si se quiere, también después de los baños, se azota con ortigas la parte dolorida e inmediatamente. a continuación de esa disciplina, se hace frotación entera o baño de pitón. Claro está que el reumatismo no desaparecerá por com– pleto con alguna que otra de estas aplicaciones; pero lo.s do lores vehementes disminuirán muchísimo y poco a poco se eurará el mal, sin necesidad de abandonar las ocupaciones ordinarias. Cuando los dolores son muy intensos, se pueden emplear las cataplasmas calientes de flores de heno (pasto-miel) re– petidas cada veinte, treinta o cuarenta minutos; pero des– pués, es nece3ario seguir el tratamiento de agua fría. Supongo q .1e el ácido úrico, o mejor dicho, la abundancia de esa acidez en la sangre, es la cáusa de esta enfermedad; y por eso, a los que la padecen, recomiendo que se priven de todo exitante como café, té, mate, azúcar, bebidas alcohóli– cas, etc. etc., y se alimenten principalmente de legumbres. y verduras. A veces, el reumatismo articular descuidado o mal trata– do, se convie:·te en gota o reumatismo gotoso, cuyo trata– miento indicaré a continuación. Pero no quiero terminar este asunto sin decir algo sobre ciertas hinchazones dolorosas, y hoy dia muy frecuentes, que se forma:1 en las rodillas o en las coyunturas de ios bra· zos y de los pies, principalmente en niños de corta. edad. Es– tas hinchazones se parecen mucho a las del reumatismo y se les da también el nombre de «tumores blancos»; pero en realidad son de naturaleza sifilítica o es.crofulosa y el trata-

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