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- 104 - cada treinta minutos, se le da una cucharada más o menos caliente del té de limpia-plata, salvia y liquen islándico con un poco de menta. Si el enfermo es débil, se le hace primero una empaqueta. dura desde los pies hasta las rodillas; y dos horas después 1 meclio paquete, dándole también el mismo té. Después de la última empaquetadura se hacen tres frota– ciones, una cada hora,,dejando al enfermo bien abrigado, pero sólo con la ropa suficiente para conservar siempre la misma temperatura y cuidando que ésta no aumente demasiado nii haga transpirar al enfermo. Los días siguientes se puede · repetir el tratamiento del primer día, o se podría limitar a un solo paquete entero con sal a las diez de la mañana, y tres frotaciones en la tarde. La comida será de leche mezclada con harina o con sémo– la, arroz, etc.; o también se puede recomendar la sopa de– harina tostada con pan. Para hacer esta sopa, se tuesta la harina con un poco de mantequilla h.asta que tenga algo de color café; entonces, se le echa agua caliente, se tiene hirviendo unos momentosr y se le añade por fin pan seco y re~ortado, con algo dec, sal. Todavía resulta más sabrosa con cebolla frita. Buenos son también otros alimentos farináceos como los– fideos y tallarines, las legumbres, etc., pero nó la carne. ESCROFULOSIS Esta enfermedad está sin duda relacionada con la tuber– culosis, si bien la ciencia médica no pueda darnos sobre esto una explicación satisfactoria. Puede ser aguda y latente. Esta última, se presenta prin– cipalmente en los niños; y, de ordinario, formando hincha– zones en las glándulas del cuello que llegan a abrirse y du– ran así años enteros. Como el escrofulismo no es una enfermedad parcial, sino· que se extiende a todo el cuerpo, también se forman esas hinchazones en otras partes como, por ejemplo, en los pul-