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- 97 - Simultáneamente híl1 1 á el enfermo gárgaras con té 'de lim– pia-plata y un poquito de drnica cocida; y si se trata de al- • guna criatura de pocos meses, se le introducen frecuente– mente en la boca pequeñas cantidades del mismo té. Unas dos horas después, se empieza con las frotaciones -que, con el intervalo de una hora, se repetirán tres, cuatro, cinco y hasta seis veces al día. Y cada vez que se repita la frotación, se renovará también la envoltura caliente de la garganta de la manera que hAmos explicado más arriba. DIABETES. Este es un nombre genérico aplicado a varios trastornos de la nutrición, caracterizados por una secreción abundante y que pueden ser considerados como consecuencia de otras enfermedades. Sintomas.-Entre las diversas manifestaciones diabéticas, podemos distinguir dos principales: la diabetes insípida y la diabetes azucarada. La primera, carecterizada por una sed continua e insaciable, pero sin que aparezca azúcar en la orina. Produce enflaquecimiento progresivo y ataca con pre– ferencia a individuos de edad media y sobre todo a los be• hedores y a los que hacen vida sedentaria. La continua secreción de la orina que es de ocho a diez litros por día y de un color claro como de agua, la sed cons– tante y el cútis seco y áspero, son los principales síntomas de la diabetes. El apetito y las d(;lmás funciones corporales sufren poca alteración. . En casos de diabete.i; sacarina, se nota _mucha sed, beben los enfermos ocho y doce litros por día, no sólo de agua, si– no también de toda otra clase 'de líquidos. Estos enfermos sienten también un apetito extraordinario que con nada parece saciarse; y, al mismo tiempo, debilidad muscular que produce cansancio al menor esfuerzo. El alien– to tiene olor particular parecido al del vino, alcohol, manza– nas o cloroformo. Sobreviene también el estreñimiento, con disminución de la secreción biliar, salival, lagrimal, etc. Se . 7