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- 94, - CATARRO El catarro, es la inflamación de :ma membrana cualquiera del cuerpo. Trataré aquí del catarro nasal que con fre– cuencia acompaña a las enfermedades febriles y es también el precursor de no pocas enfermedades graves. Este catarro produée generalmente cierta fiebre, dolor de cabeza, inape· tencia, malestar y debilidad. Precauciones.-Ordinariamer:.te, se cree poder combatir o evitar el catarro por medio de abrigo abundante, cuando en realidad no hay productor más poderoso y frecuente del ca– tarro que el exceso de abrigo. Esta anfermedad la encontrare– mos con muchísima frecuencia entre gente acomodada; y no– taremos en cambio que los pobres, que andan casi desnudos, apenas la conocen. ¿Cuál será la causa de este fenómeno? La co11 testación es bien sencilla. El cu3rpo del pobre no está pre– dispuesto al catarro, porque presenta mayor resistencia al cambio contínuode temperatura, e3tá más curtido yno ¡,e de– bilita tan fácilmente como el de las personas delicadas y afe– minadas, a las cuales basta el menor descuido o la más lige– ra imprudencia para contraer el catarro. De manera que las dos principales causas de esta enfermedad son: el cambio, repentino de temperatura y el afem.namiento. Evitando estas dos causas, se evitarán sin duda los catarros y sus consecuen– cias que a veces son graves. Tratamienio.-Esta enfermedad se puede curar fácilmen– te en tres o cinco días, con un bar_o frío de pies al acostarse, (1/:2 minuto) y con una frotación entera, incluyendo la cabe• za, al levantarse. Durante la noch3, se podrá también hacer otra frntación, sin mojar la cabeza, en caso de que la afec– ción catarral impida el sueño. Las personas sometidas al tratlmiento del agua 1 pueden seguir sus aplicaciones diarias sin el menor inconveniente;. pern las demás, harán lo que acabamos de indicar; y sólo en días de sol podrán hacer alguna. o~ra aplicación, como sería la frotación o el baño de pitón a las 11 de la mañana.
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