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-- 82 -- atrás, su único ali vio consistía en fumigaciones de ciga– rrillos de belladona o cosa parecida, y recibían con temor· y sobresalto la notificación de que esas fumigaciones debían suprimirse por completo e inmediatamente. Con gran satisfacción puedo afirmar que cuantos asmáticos se me acercaron, encontraron seguro remedio para su mal. El asma, a pesar de sus apariencias alarmantes, no es en– fermedad peligrosa; y los que la padecen, pueden perfecta– miente llegar a una edad avanzada. Solamente cuando los ataques son muy frecuentes, se de– bilita el corazón y se nota gran decaimiento en las fuerzas– corporales. La atención del médico debe dirigirse ante todo al pulmón o membrana pulmonar. El enfermo debe guardar cama los– tres primeros días y se le hacen frotaciones enteras, una por la mañana y dos por la tarde. Una hora después de la frotación, se aplican compresas· empapadas en agua hervida con vinagre o flores de heno (semilla de pasto-miel) o paja de avena, o también linaza cocida. Estas compresas se repiten cada diez o quince minu– tos y durante una o dos horas en ambos lados del pulmón,. espalda y pecho. Si se siente aliviado el enfermo, se deja pasar un intervalo de tres horas por lo mem,s, sin hacer aplicación alguna, ni se repiten las compresas durante el mismo día si no son fuer-– tes los ataques; y se pueden substituír por cataplasmas frías de tierra, principalmente durante las horas de la tarde y en días calurosos. Al cuarto día, se levantará el enfermo; y, aunque¡seá con mucho esfuerzo, tratará de subir alguna pequeña cuesta o altura, y redoblará sus esfuerzos cada día. Después del paseo, se acuesta y se aplican cataplasmas de· tiara fría, que pueden ser dos por la mañana y tres por la tarde, durante una hora cada una y terminando siempre· con una frotación entera de agua fría. Como única bebida se tomará un té de
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