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79 - do, los riñones, el .corazón o los pulmones que, ciertamente, buscan .el hierro en los alimentos, en el aire o en el agua, pero rechazan el hierro 'puro. como un veneno nocivo o como un~ materia extraña que no puede ser apropiada. Quede, pues, como axioma, que todo lo que no pueda ser asimilado por la naturaleza humana, le es contrario y per– judicial y mucho más difícil de ser eliminado que intro- ducido. · Aun más hemos de condenar esas otras preparacionE•s de cal, fosfato, azufre, etc. ¿Y qué diremos del yodo, ~ercurio, arsénico, cobre, plomo, zinc y otros «remedios» parecidos? Estos eiementos son indivisibles y, por consiguiente, tampoco pueden ser asimilados o absorbidos por las materias mor– bosas para que éstas sean expulsadas del organismo. No pueden cambiar de naturaleza; y, porlo tanto, lo único que pueden hacer es destruir o ·,~¡tedir funciones muy impor– tantes y delicadas. Con fina y cáustica ironía decía un conocido escritor ale– mán: «Desde hace mucho tiempo, se exige a los artistas que « piensen; y hoy día, queremos que hasta las criadas.. pien- « sen un poco .... ¿Seremos por ventura muy injustos y. • exagerados si pedimos lo mismo a los sabios y doctores ...? Las aplicaciones de agua para los anémicos deberán ser adecuadas, suaves y de poca duración. Podrán hacer todos los días, al levantarse, una frotación entera de .agua fría; y luego, a las 10 A. M. o las 3 P.''M., algunos de los baños s,i• guientes: de pies, de piernas, de perro, de espalda, medio pa– quete o paquete de la cintura a lqs pies, alternando cada día. APENDICITIS-TIFLITIS-1NFLAMACIÓN DEL RECTO Bien pudiéramos llamar modernas a estas enfermedades, puesto que antes apenas se conocían, y hoy se han generali– zado lo indecible por el regalo y refinamiento de nuestra época. Las causas principales de estos males son: la vida

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