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-67- ahora y toma parte con tus amigos en el banquete y en la fiesta a que te han invitado. Después en paz y calma, conversaremos 'los dos juntos." Terminadas las fiestas, el ieontd:e fué de nuevo a buscar a San Frandsco, y ha– blaron los dos largamente. A,! terminar aquella santa conversación, el conde ofreció al Sanfo una alta mon– taña, llamada la Verna, en la Toscana, muy a propósito para el recogimiento y santa meditación, ofrecimiento que aceptó el Santo ( 1). 56. Pide al Papa ir a predkar a los infieles. Oerdorado el Santo de que era voluntad de Dios que . se dedkase a fa predicación, concibió la idea de ir a tierra de infoeles a predkar la fe de Jesucristo. Antes de acometer semejante empresa, marchó a Roma a ponerse a .los pies del Papa lnooencio II, a quien, después de comunircar,le el mucho bien espiritual que cose,chaban sus hijos, acabó por pedirle su bendición para ir a tierra de infieiles,. mahometanos. y tártaros, para probar si po– día dar ·ª cono1cer la verdad del Evangelio. Obtenida ia bendirción del Papa, se embar,có, ignórase en qué puer– to; pero los vi,entos contrayios llevaron la nave a las costas de Slavonia, desde donde se trasladó a otra. nave con rumbo a Ancona (2). 57. Envía predicadores apostólicos a Marruecos. Como Nuestro Señor Jesucristo murió por todos los hombres, así e'I seráfi~o, Patria1,ca anherlaba cooperar a la salvaci,ón del linaje humano con su ferviente predi-· cación, y cuando éíl no podía dirigir la palabra p0rr im– pedírselo su quebrantada sa:lud, o .los .cuidados de la Orden, enfonoes valíase de sus fervol'Osos disdpufos. Deseando llevar 1a semilla evangéHc,a a los mahometa-– nos, eligió seis de sus disdpurJos, que fueron: fray Vi– da!, religioso de gran virtud y singtlilar prudencia, e,l oual recibió el nombramiento de. superior; fray Bernar- (1) Actus Beati Francisci, cap. IX; Florecillas: Consideración primera. (2) .Celano: Vida Primera, núm. 55.-Sabatier: Vie de S. P., pá– na 247.

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