BCCCAP00000000000000000000594

-63- bras del cardenal y juzgánido:las benevolencia y compa– sión, diófo las más renctídas gradas, y añé!!dió: "He en'-• viado a países muy lejanos a muchos de mis fraHes, y si yo me es<toy descansando, sin tener parte en sus tra– bajos, será una vergüenza .para mí, y tendrán motivo de queja aquellos pob11es religiosos qije están pasando hambre y sed en aquellos países extranjeros. Por el .co1l- . trar,io, si saben qu~ yo me fatigo coi1110 ellos, sufrirán con más gusto sus fatigas, y yo podré empeñar con mas ·efrcada a los demás para esta especie de misiones." - ¿Por qué habéis tenido tan poco corazón - replicó el cardenaI - , para exponer •a vuestros discípulos a tan largos viajes y a tantas miserias? - Señor - re– plicó Frándsco -, ¿creéis vos que Dios ha creado mi Orden ,para sólo estos países? Yo, en verdad, os dig0 que la he fundado en bien del universo y para salva– ción de todos los hombres, sin excepctuar a los infreles.– Estas pafabr:as, sa:li:das del enamorado e inflamado co 7 razón de Francisco, de ta1l manera impresionaron al car,denal, que el afecto que sentía hada el siervo de Dios se acrecentó extraordinariaimente. Frnndsco, fiel ail consejo de su bi,enhechor, quedóse entonces en Ita– lia (1). 52. Predica en Grecici y promete bendiciones del cielo. En toda la comar,ca de Orecio - afüma San Buena– ventura_.::..se padecían dos grandes calamidades. Una, las :manadas de lobos que acometían a los animales y a las personas, y otra, grandes pedriscos que destrnzaban los s 1 embrndos y viñedos. Hállándose el Santo allí y viendo tan afligidos a los habiitantes, tomó de esta su afücción ocasión pa,ra hab'larles del , siguiente modo: "A honor y gloria de ])ios omnipotente, empeño mi pa– labra, que si que~éis darme crédito_ y tener piedad de (1) Celano: Vida Primera, núm. 75; Leyenda de los Tres Compa•• ñeros, XIV; Espejo de perlepci6n, LXV; Florecillas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz