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- 52 - cosa que os tenga ocupados, es necesario confesar qU:e ésta es una gran miseria y una deplorable debilidad. Llénese de pasmo todo hombre, tiemblen todos, alégrese el cieilo, cuando Cristo, Hijo de Dios vivo, está sobre el altar, entre las manos del sacerdote. ¡ Oh, admirab:le grandeza! ¡Oh, bondad estupenda! ¡Oh, humilde exce– lencia! ¡El Soberano del universo, Dios, Hijo de Dios, se baja a esconderse por nuestra salvación, bajo las es– pecies del pan. "Reflexionad, hermanos míos, sobre la humillación de Dios; detiramad vuestros corazones en su presencia; humillaos a sus ojos, para que os levante; no queráis conservar nada de vosotros mismos, para que ague,! Señor, que se os da todo a vosotros, reciba asimismo todo fo que .sois. "Advierto asimismo a mis religiosos, y les exhorto en el Señor, que en los parajes que habi:ten celebren una Mi,sa al día, y en esto según el rito de la Santa Romana Iglesia. Yesto se observe aunque se hallen' más sacer– dotes. "Por amor de caridad se contente el uno con oír la Misa del otro, porque Nuestro Señor Jesucristo llene de su gracia a los presen:tes y ausentes dignos de ella. Aun– que se halla en muchos lugares, siempre es e,l mismo, indiv,isihle e impasible, y obra con su hene,pládto; sólo verdadero Dios y Señor con el Padr,e y con el espí– ritu Santo Consolador, por los sigilos de los sigfos. Amén." ( 1) . 42. De cómo suplica a los sacerdotes traten la Eu– caristía. "Hallándome deudor a todo el mundo - dke el S:erá- (1) Esta hermosa y teológica exhortación figura entre las 17 Cartas que trae Wadding, con el título de C,arta 12. Ha negado la autentici– dad de esta Carta Eckio. Han dudado el Cardenal Belarmino y Pose– vino. Hoy está fuera de duda: este escrito es auténtico y es un frag– mento de una Carta que aparece en los antiguos códices, y que Wad– ding ha dividido en dos, formando las' Cartas 11 y 12.-Quaracchi, Opúsculos, pág. 180.

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