BCCCAP00000000000000000000594

- 51 - Juda,s. Acondaos, mis amados sacerdotes, que está es– crHo en la L 1 ey de Moisés, que por orden del Señor eran condenados a muerte fos tra,nsgresores, aunque no hu– biesen faltado más que en las ce11emonias exte.riores. ¿ Cuánto más ri,gur-oso ca,stigo juzgáis vosotros que 111e- 11ece aquél que hubiere uiltrajado .al Hijo de Dios y tra– tado como cosa inmunda la Sangre del! Testamento, por cuyo medio ha sido santificado, y hubiere profanado el espíátu de la grada? Porrque un hombre caído en cll'lpa grave, trata con desprecio y ultraja al Cordero de Dios, pues, como dice el apósto:l, le come indignamente, sin discemiir aquel santo Pan, que es Jesucristo ( 1.ª ad Cor., 11-29), de los demás manjares, lo va mezclando con indignas operaciones. Entre tanto, deda,ra el Señor por su profeta: "Que es ma1ldito aquel que hace con descuido o con fraude la 0 1 bra de Dios" (Jeremías, 48, 10). Y por no aplicarse los- sacerdotes a .conocer seriamente estas verdades, ejerce el Señor sobre nos– otros aquel jurkio con que nos amenaza en otra parte: "Yo maldeciré vuestras bendiciones" (Malac., 2-2). "Escuchadme b:iien, hermanos míos: si se venera como es justo a la Bea,Hsima Vir~en Ma:ría, porque llevó en su seno y en sus entraña,s al Hijo de Dios; s,i San Juan Bauti:s.ta tembló ail a,cer,carse a Cristo, no. atreviéndose a tocar:le la cabeza para bautiza,r;le; si el sep1Hcfo en que estuvo un poco de tiempo es t,enido en tanta vene– ración, ¿qué justicia, qué santidad, qué mérito debe te-= ner aquel que fo toca con sus manos, no ya en el. estado de mortal, en que antes se hallaba, sino inmortal y gfo– rioso, como desean verle los á:ngeles? "Considerad, hermanos sacerdotes, cual es vuestra dignidaid, y sed santos, porque e:l Señor es Santo. Así como áil confiaros este misterrio os ha honrado sobre· los demás, así vosotros en ,este .misterio amadle, respetadle y honradle. Cuando tenéis. presente a Jesucdsfo de una / ínanera tan ma,ravillosa, si hay en el mundo aílguna otra