BCCCAP00000000000000000000594

-43- . gran fe y confianza en Dios, dejó burlada la irónica pregunta de su nedo hermano ( 1). 32. El carbonero y ,el tesoro escondido. Hallándose e'l Santo en Con¡.postela, hospedado en casa de un pobre carbonero, llamado Cotolai, le reve,!ó Dios era. su voluntad fundase allí un convento de su Orden, entre dos valles llamados vulgarmente: uno, valle de Dios, y el otro, valle del infierno. Habiendo averi– guado que aquel paraje pertenecía a .la Abadía de San. Payo, de monJes Benedictino,s, los cua,les ,pasaron más tarde a la Abadía de San Martín, fué al abad y le su– pHcó 1Ie pemütiese fundar un ,convento entr,e dichos valles. -¿, Qué me habéis de dar? - dijo el abad. - Como soy pobre - r,espondió el Santo -" y no tengo dineros nii otra cosa que poderos dar, si me con- · cedéis la gracia que soliicito, y en que me haréis no poca merced, os daré cada año en r,ecompensa una c 1 esta de peces, como se puieden pescar en río. E1 abad, ail v,er la sencillez, simplicidad .y confianza del siervo de Dios, le concedió lo que solicitaba, con la condidón propuesta, haciéndose una escritura auténti– ca, fi,rmada por ambos. Bl Santo contó al carbonero lo qué había pactado con el abad de San Payo, y después añadió: -Mi amado bienhechor, Dios quiere que vos fabri– quéis el convento; disponeos, puies, al trabajo. - ¿Cómo queréiis que Io ejiecute - respondió el car– bone110-s,j soy pobre, y vivo del trabajo de mis mano'3? - Cobrad aliento.:_ diijo el Santo - y tomad una picaza, id a la cercana fuente, y un poco antes de ella, cavad y haUaréis un tesoro, con el cual podréis poner en ejiecuoión lo que el delo ol'dena. Confiado el· carbonero, fué a cavar donde el Santo (1) Acta Sanctorum, octubre, 11; pág. 556.-WaclclÍng, I.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz