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-42 - do a entender lo que había d.e ser en adelante, un pobre desnudo y un hombre crucificado ( 1). 30. Cómo compensaba las maldiciones de su padre. La vida de Francisco y su mutación en andrajoso mendigo, tenía a su padre <:ontinuarnente sobresaltado, siendo la vista de sp hijo motivo de ira, de enojo y mal– dición. Para Francisco .era una pena muy grande en– contrarne con su padre, porque éste siempre que se en– contraba con é,I, le maildecía: En medio del gran des– consuelo que J.e ocasionaban los encuentros con su pa– dre, puesta su confianza en Dios, buscó el medio de asegurarne contra todas aquellas maldiciones del modo s,iguiient,e. Buscó un hombre muy pohre y muy abatido para que le acompaña,se por la ciudad, a quien dió el título de padre, con el encargo de que cuantas veces Pedro Bernardone le maMij,ese, el pobre le bendijiese. Esta,$ bendiciones consolaban tanto a Francisco, que en una ocasión, ail recibir la ma,ldidón 'de Pedro Bernar– done, le dijo encarándose con él: "Creedme, padre, que Dios pudo darme y me ha dado otro padre, que me llena de bendiciones, en compensación de vuestms mal– diciones." (2). 31. Cómo desprecia a los hombres y pone su con– fianza en Diios. Un hermano suyo, llamado Angel, lleno del espíritu del mundo, aprovechaba todas las ocasiones· para mote– jarle y ridiculizarle. Habiéndole visto un día en una iglesia temblando de frío, vestido con su pobrísimo há– bito y haciendo oración, díjole a un amigo suyo: "Ve y di a mi hermano, si quiere venderrtos un poco de sudor/' A cuya pregunta, contes.tó Francisco: "No guiiero ven– der mi sudor a los hombr.es, porque lo venderé a Dios a mejor precio." Con estas palabras, que revelan su (1) San Buenaventura: Leyenda, cap. II; Leyenda de !,os Tres Com– pañeros, - Wadding: I. - Sabatier: Vie, pág. 688. (2) Leyenda de los Tres Compañeros, cap. VH, núm. 23,-Anonimus Perusinus.

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