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- 31 - 19. De lo conveniente que es a los religiosos la de– voción a la Pasión y propagar.la entre los fie1'es. "Hermanos carísimos-decía el seráfico Patriarca-, tened siempre ante los ojos el camino de la humHdad y de la pobreza y de la Santa Cruz, por el cuel el Salva– dor Nuestro Señor Jesucristo nos encaminó; conside– rando que si convino que la Divina Majestad padeciese para entrar así en su gloria (Luc., XXIV, 29), ¿cuánto más convendrá que nosotros, pecadores enormes, ande– mos también por el camino de ,la crnz y de .Ia pasión? "Y, ciertamente, si cualquier ,cristiano se obliga a lle– var la cruz, con ma:yor razón estamos a esto obligados nosotros, que profesamos seguir la bandera de la cruz, la cual, no sólo .quiso Nuestro Señor que llevásemos nosotros, sino también que incitásemos a otros a llevar– la con nuestro ejempilo y doctrina, y en compañía nues– tra, los llevemos para seguir juntamente a Cristo nues-– tro Capitán; espeecialmente, siendo fa buena voluntad y deseo de imitar la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo un don peculiar que concede el Espíritu Santo a;J alma que verdaderamente ama a Dios y le sirve." ( 1). 20. El verdadero amor no descansa sino en la com– pasión amorosa. "El alma - dice San Francisco - purifkada y des– pojada de sus propios afectos, deja que el Espíritu Santo la gobierne humildemente, y obre en la misma según su beneplácito, como soberano Maestro de la sin– gular doctrina que el Señor dejó escrita en ,los ,Jibros de la humildad, paciencia y pasión, que son los caminos seguros para la perfección cristiana. "Por esto aquella alma q1:1e aJcanzó que Dios la pu– rificase, desea transformarse ardientemente en aquellos dolores, juzgando todos los demás caminos y consola– ciones como manjares mortales y caducos que empon– zoñan. Y este camino de la cruz lo compara al medica- (1) Wadding: Opúsculos, Colací6n 24.

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