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- 30- León que tomase del altar el libro de los Evangelios y le abriese, porque Dios le había sugerido el pensa– miento de que, abriéndol.o tres veces, le sería revelado lo que quería Dios dé éL Fray León le abrió tres veces en honor de ,Ja Santísima Trinidad, y como plugo a la divina disposición, en aquellas tres veces siempre salió la Pasión de Jesucristo. Por lo cual entendió que así como había seguido a Cristo en los .actos de su vida, también debía conformarse con el de sus aflicciones, dolores y pasión, antes de abandonar el mundo. A pe– sar ele hallarse extenuado por las austeridades que practicaba, no se espantó con la idea ele nuevas prue– bas y penas, antes, al contrario, cobró nuevo aliento para sufrir e.! mair,tirio, con lo cual juzgaba conformarse con la Pasión del Redentor, según los deseos que le habían inducido a buscarle por tres veces ( 1). 1 18. Veneración que San .Francisco sentía hacia la Cruz. La voz de'! crucifijo escuchada en San Damián, ha– bíale apartado del mundo por seguir a Cristo en su des– nuda pobreza. "Desde aquella hora, tan lastimado y derretido quedó su pecho de considerar :Jos dolores de la Pasión del Señor, que durante su vida llevó en su corazón fas llagas de Jesús." En su juventud andaba llorando por todas partes al considerar los sufrimientos del Crucificado. Honrar la Santa Cruz era la devoción que había prescrito que re– zaran sus religiosos con la siguiente oración: "Adorá– moste, Señor Jesucristo, aquí y en todas :las iglesias que hay en todo el mundo, y bendecímoste, pues porque por tu Santa Cruz redimiste al úrnndo." Era tal el respeto que le infundió la Santa Cruz, que no permitía que sus reli– giosos pasaran sobre dos ramillas o pajas puestas en cruz en el caminó (2). (1) Florecillas, Parte II, Consideración 3.ª. (2) Florecillas, cap. III. - Opúsculo del Testamento - Leyenda llfayor de San Buenzventura.

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