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CAPíTULO III San Francisco y la Pasión de Jesucristo 14. Efectos divinos que. produce en San Francisco la meditación de la Pasión de Jesucristo. . Después que habló a San Francisco el Santísimo Cristo de San Damián, el alma del Santo y su corazón sintiéronse tan abrasados en el· amor de ila Sagrada Pasi.ón de JesJ'.ís, que :la meditación de las sagradas lla– gas del Redentor arrancaba profundos suspiros al co– razón, y deshacíanse en torrentes de lágrimas sus ojos, los cuales, de tanto llorar, estaban tan encendidos, que parecían ensangrentados. La antigua leyenda dice: "que desde aquel momento, el pecho de San Francisco, fué punzado y derretido con la idea de la Pasión del Se– ñ:or, de modo que, en adelante, mientras duró su vida, Hevó siempre en su corazón las llagas de Nuestro Señor Jesucristo" ( 1). 15. Lilora con profunda amargura la Pasión de Je– sucristo. La meditación de la dolorosa Pasión de Jesucristo producía tal impresión en su alma seráfica, que lloraba y sollozaba en alta voz..Viósele un día en la vega que se .extiende a los pies de Asís,. andando en torno de la humilde capilla de la Porciúncula, o Nuestra Señora de los Ange,les. "Daba vueltas alrededor de la iglesia, gi– miéndose y lamentá11dose, como oprimido de un dolor muy grande. Se le acercó un transeunte y le preguntó compasivo, qué le había acaecido que motivase aquel llanto." A lo que respondió Francisco: "Lloro por los (1) Leyenda de. los Tres Comp.añeros, cap. V, núm. 14. - Leyen'da Mayor, I, núm. 5; II, núm. l. - Jorgensen, lib. I, pág. 68.