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CAPITULO XXX Bendiciones de San Francisco 266. Bendice a Fray León. Fray León, amigo íntimo y confidente del Santo, se vió ac001etido de una grave tentación del esipfritu, y para poder verse libre de ella, deseaba poseer alguna sent,encia de la Sagrada Escritura, escrita por mano de 1 I Santo, y por el mismo brevemente anotada. Creía que de este modo podría librarse o que al menos dis– minuiría la tentación que padecía. Preocupado con este pensamiento, sentíase oprimido-en1 su :int,erior, pues, lleno ,de v:ergUenza; no se atrevía a manifestar s.u deseo a su Santo Fundador; pero éste, aunque no se lo dijo hombre alguno, lo supo por divina revelación. En con– secuencia, mandó a Fray León que trajese un perga– mino, pluma y tintero, y conforme a los deseos de~ mis– mo escribió de su propia m.ano a,lgunas a,lahanzas al Señor, y después, con letra más grande, escribió la ben– dición de los. Patriare.as del Antiguo Testamento ( 1): "El Seño,r te bendiga y te guarde; muéstrnte el Señor su rostro y tenga misericordia de ti. Vuelva el Señor su rostro hada ti y te dé paz". A estas palabras ante– puso el signo Tlzau, que le era muy familiar, y al fin de ellas añadió: "El Señor bendiga a Fray León". Lue– go dijo a éste: "Toma para ti este escrito y gtUárdat~lo con cuidado hasta ,el día de tu muerte". Recibió Fray León con grande alegría aquel don que tanto había deseado, y al ins'tante se vió libre de la molesta tenta– ción (2). (1) Esta es la bendición con que los sacerdotes del Antiguo Testa– mento bendecían al pueblo. Libro de los Números, cap. VI, 24. (2) Celano: Vida Segunda, Segunda parte, cap. I, núm. 49.

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