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- 231 - ins!rufa co~ la p;Jenitud de 1 su urnci?n, y el amor de_ Di?s le mtrodiuc1a en aquellos Santuanos en que la ciencia de otros rnaes,tros se .qu:eda a 1 11a ipuerta sin poder ha– bfar. Tal es el juido que formó San Buenav,entura acer– ca. del saber de San Frandsco ( 1). 243. Enseña que la lectura deb.e ir a,eompaña,da de la oración. Preguntáronile una v.ez los reliigiosqs si le parecía bien que .se consagrasen ai1, est,udio ,de la•s divina;s Es– criturns los h0imbres de letras que habían entmdo en la Onden. A' lo que reSipondió: "Plláiceime, por cierto, pero a ,condición >Clé que, a .ejemp,lo de }esucristo, de quien· se dice que se dió más a la oradón que a la le,c– tura, no omitan ,el ejercicio ,de la oración,' y no tanto estudien por saber hablar, cuanto para .poner en prác– tica lo que estudian y hacerlo pr,acticar a los demás. Qui,ero -- añadió - que mis religiosos se conozcan como discípufos de,I Evangelio, y que de tal modo a:de– la:nsten ,en el conocimiento ,de la v.erdaid, que crez1ean ta,m– bién wl mismo tiempo en la pureza. de la senc:Hlez; y así no sepa11en nunca la sencillez de la paloma c;le la pru– dencia de la senpiente, .virtudes ambas que en sus 'la– bios divinos unió eil Maestro divino: ¡Sub.lime lección que nos da el bendito Padre que deherno,s tener si·em– pre en cuenta si queremos me:drar en la vir,tud! .(2). 244. Interpretación moral que hace de un texto de la Sagrada Escritura. ' Hallándose el Santo en Sena, se 1e presentó. un rel,i– gioso, doctor en sagrada teo1logía, muy es:pirituail,. el cual ,pregiuntó @! Santo cómo deberían entenderse aque.:. llas ,palabrns d~l Señor al! profeta Ezequiel: "Si diden– do yo al impío: de .cierto morirás: tú no se lo anuncia:– res... demandaré de tu mano su sangre". El huf!iilde Pra111cbco se excusó cuanto ,pudoi pero instando r~peti- (1) San Buenaventura:. Leyenda, c:ap. XI, núm. 31.-Celano: Vida Se– gunda, Segundá parte, cap. VIII, núm. 102. (2) San Buenavent.ura: Leyenda:, cap. XI, núm. l.