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- 2I8- Santo descubre mejor la vendad que siete centinelas puestos sobre las a,talayas ( 1). 225. La viña del cura de San Fabián. Hallándose el' Santo grnvemente enfermo de· ,Jos ojos, diSipuso Fray Elías que fuese UeN"ado a Rie.ti, donde había médicos y ,cirujanos entendMos. Cuando los ve– cinos de Rieti se enteraron, salieron en troipel a. reci– birle, porque le tenían y veneraban por Santo. Enfon– ces él, a fin de evitar los honores que le querían tribu– tar, dispuso le llevaran a San Fabián, lugar distante dos millas de l'a dudad, alojándose en ieasa del cura. Tan pronto como los reatinos se eniteraron de que el Santo ,se hallaba hospedado en San Fabián, allá se fue– ron en tropel para ver1e; pero con la desaprensión pro– pia de las gen-tes ciudadanas en excursión, aipagaron su sed con los racimos maduros de la viña del cura, que dejaron casi vendimiada. El cura tomó gran pesar por lo ocurrido, y se lamentó al Santo, el cua:l le preguntó cuánto juzgaba ,podría ascender la pérdida: "Suelo co– ger -- respondió - cada año catorice medidas y algu– na1s más, que bastan para el ,consumo de mi ca,sa". "Mu– cho siento - dijo él Santo- que mi venida os haya causado este daño. Es nece.sario esperar en el Señor, que os remediará, y creo firmemente que .con lo poco que os ha quedado en 1a viña, 06 dará las catome me– didas y algunas .más". El cura víó realizada la :predk– ción, 1po11que de la poca uva que había quedado, sacó veinte medidas de vino. E¡¡ memoria de esta profecía y prndigio, los Magistrados, en eI sitio de la viña, edi– ficaron un convento y una iglesia para los frai,Jes Me– nores, y e,! mismo Papa Gregorio IX, por el respeto que tenía al Santo, consagró e.l templo (2). 226. Cúmp!ense los vaticinios que el Santo hizo de Fray Bernardo. (1) San Buenaventura: Leyenda, cap. XI, núm. 3.-Celano: Vida s'e– gunda, cap. I, núm 30. (2) Florecillas, Primera. parte, cap. XIX.

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