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- 2I5 - mero; no os amilane mi simplicidad y la vueistra, por_, que Dios me ha hecho saber darnmente que extenderá con su bendición, por to.das parites de,l mundo, esta fa– milia, cuyo Padre es. Quisi,era ,pa:sar en si.leí1cio lo que he visito, pero la caridad me obliga a par,tidpáros,ló. He visto una gran multitud de pe11sonas que venían hada ,nosotros a v,esfü nuestr.o mi,smo hábito y observar· la miisma regla 1 que nosotros. Vi que los caminos que eoin– dlioen a noso,tros estaban reipI,efos de ·g·ente:s de todas las riadones. V,enía gran tropa de fraiTceses, esipañ01l•es, ailemanes, inglleses y de casi todas ilais naiciones. Aun suena en mis oí,dos ,el ru:i1do de los que iban y venían a ej,ecufar fas órdenes :de fa s,anta obediencia". La pro– f.eda del Sa.nto ,está bien cmmpHda. Su Orden, con ra– pktez prodigiosa se exitendió ,por todo el munido, y hay, des'Pués de varios sig,los, se ha multi1plkado tan mara– villosamente, que se pueide wnsielerar con razéln como una imagen de !1a Igilesia, en sus prirncipios, desarrollo y progres.os ( 1). · 221. Profetiza a un niño y a un joven que entrarían , en su Orden. Estando. el Santo en San Gafo, pr,esentáronse ante é1l tres caibaill'erns llevando cad:a uno un hijo pequeño para que los bendijese. Entonces el Sanito fué a una higuera y cogió cinco higo1s. Lüego fué a uno de 'los niños y J,e dió un higo; ,de&pués faé a otro y le dió otro, y luego, a:l último, le dió los 'Ofros tres, diciéndole: "Tú serás mi airnaido hijo". En efecto, aquel niño, luego que tu1Vo edad para ello, vistió e,I hábito ele religioso Menor, llamán.– dosie Frny Angel, nombre que sostuvo con un:a vida albL solutamernte angélica, efecto de su gran devoción a fa Santísima Virgen, ele quien recibió muy seña:lados fa– vores. En ofra ocasión, hallándose en Cortona, a donde ha– bía ido a ,predicar, un joven lla,mado Guido, movido de (1) Celano: Vida Segunda, cap. XI, m1m. 27,