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CAPITUI.:O XXVI San Francisco y el espíritu de profecía 217. Anuncia que en San Damián habría un monas– terio, de vírgenes. Cuan1do -e,] Santo se dedicó a reparar la iglesia de San . Damián, solía decir: "El que me dé una piedra tendrá una recompensa, y el que me dé •dos tendrá do1s recom– pensas eµ eil ciefo". Y mienifras él trabajalbia de peón en la obra, decía a los. que pasaban por allí o se ¡paraban a mirarle: "Ayudadme a terminar esta obra. Aquí ha– brá un día un monasterio die Señoras pobres de vida santa, cuya fama hará eil Padre Celestia11 sea g,lorifi1ca– da por toda la Jgi]esia". Esto fué una verdadera profe– cía, que ,se cumplió dnco años después, cuando e1I Santo .ooh)1có afü a Santa Clara y sus hijas que se habían con– sagrado a Dios. Esta predicción fué tan notoria que la Santa la inseritó a letra en e11 testamenito que hizo en el año 1253 ( 1). 218. Anuncia que Fray Gil será hombre .de grandes virtudes. Friay GH, hombre de grah considerarción en Asís, al oír hablar de que a'1gunos hombres distinguidos de .la ciudad harbían abandonado cu.a111tó les perte111ecía en es.te mundo, sintióse inspirado a imHarlle a fin de consagrar– se tamlbién a Dios. Al purnto se fué en busica dei Santo, y cuando fo halló, se arrojó a sus pies, su1plicánd01le la grada de que también lo admfüese en su compañía. El Santo, que conoció ,en s ·eg.ui ,da la f.e y •la pi:edad del sup'llicante, le reispondió: "Amado hermano, tú pides que (1) Cela.no: Vida Segunda, cap. I, núm. 133.-Testamento de, Santa Clara, año 1253.