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- 209 - por un precipido y a donde sólo. s:e puede pasar echan– do un puen,te. En éste, como en una dudaide'la bien aislada, se. retiraba un laidrón famoso, llamado Lobo, a causa :de ,Jos robos y homicidios que hada en aquella tierra, ya por sí solo, ya con la ayuda de una compa– füa :de ladrones, de la que era caipitán. Mucho Je des– agradaba a este bando1lero que los reHgiosos se esta– blecieran en aquel monte, y varias veces llegó a decir– les s,e retirasen de allí, y aun negó a aimenazar,les. Un día fué este malhechor .con e'l prnpósi;to de echanles derl con:vento, y al llegar dirigi,ó a los religiosos uno,s pala– brns muy terribles. Entonces el Santo ile recibió con tanto amor, le oyó con tanta paoienda y le hizo C0'- 110:cer tan caba:Imenite su sinrazón, quie apla,có todo, su furor, y no solamente se ,contentó dejádes ~n el monte, ,sino que rJ.es rogó también que lo recibiesen en su com– pañ,ía. Haibiendo .sido testigo de la vida angelica,I de aquellos re:ligiosos, se sintió tan trocado, que resolvió zbrazar· el estado religioso. Viendo el Sa!1'to que de 1o1bo carnircero se había ,convertido en cordero, le dió el hábito con el nombre de Fray Agrnello (Cor.derillo), y purg6 sus culpas por medi,o de la ,penHencfa, cum– pliendo con exaditud y fi,delirdad sus ob11igadones. Este hecho fué tan púib:Ji.co, que la roca donde se retiraba se llamó después, y arnn se llama, la prisión de Fray Lobo (1 ). 214. Reduce a los habitantes de Orecio a practi– ·Car mejor género de vida. En la •ciurda:d de Q¡;ecio 1a ma/ldad y :la perversión de las costumbres llegó a tail extremo, que ya no, se fre– cuenfaiban los Sacramentos, ni se asis,tía a los $ermones, ni a las fundon 1 es religiosas, ni se guar.daiban los main- .<lamientos de la Ley de Dios, y :los matrimonios, co-, múnmente se ceiliebraban dentro de los grados prohibi– dos ,por la Ig1lesia. El Santo, deseando corregir l<ts malas (1) Chalipe :Vida de San Francis'co, lib. II, cap. XXXIII. Fisonomía y espíritu...-14