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-- 208 - y en él eres muy celebrado y honrado; te ruego, por amor de Dios y de Ja Santísima Virgen su Madre, que entres en nuestra Or,den; ,J.e darás mucho honor y llegarás a ser santo". El doctor quedó sorprerndido de semejante súplica y, sintiéndose llamado por Di-os, vis,tió el Hábito iranciscano. En los principios le pareció la vida muy dura e inso– por:table y la aflioción que interionmente le mcilestaba, le sugerió el pensamiento de salir de la Oriden. Cuando mayor era la tentación. de su eSipíritu, vió al Padre San Frandsco cargado con una gran cruz, el cuail forcejeaba para s,ubir a una cumbre muy empina:da. Al punto se ofreció para ayudar.le , pero mirándole e:I Santo con as– pereza, le dijo: "Retírate, lmm!bre cobarde; ¿.tú que no tienes valor para llevar una cruz tan ligera, llevarás esta que es tan pesada?" I,luminado con esta visión, se halló libre de la tentación que le atormentaba ( l). 212. Logra que un ene1üigo ele su Orden sea su principal bienhechor. En 'la ciudad de Esipoleto había un rico que pensaba mal de su 011clen, por lo cual negaba con mucha cruel– dad su limosna a sus religiosos. Un día dispuso el Santo que el hermano limosnero fuese a ipeclirle pan, y habien– do logrado que lo diera, el Santo lo div,idió entre sus religiosos, ordenán,do1les que dij-esen por tres veces la qradón del Paidre nuestro y del Ave María por el que hwbía dado aquel pan. Aun no habían acabado. de •co– merle, cuando se presentó aiquel hombre a p:edir,les per– dón de su dureza, siendo de allí en adelante el mejor amigo de lla Orden por infonnrnción que le dió el Sanito de su insfüuto (2). 213. Convierte a un bandolero llamado Lobo. Entr,e los grandes peñascos del Monte Alvernia hay uno más alto y grande, que está separado de los demás (1) Chalipe: Vida de San Francisco, lib. IV, can. XVIII. (2) Chalipe: Vida de San Francisco, lib. II, cap. XXII.

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