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CAPITULO XXIV San Francisco es odiado y perseguido por los demonios 203. Recomendación para que no se le exponga a las asechanzas de los demonios. Acababa de reci'bir Francisco las aguas del santo 1 bautismo y el nombre de Juan, que su padre le cambió, llamándole Francisco. Acaeció, pues, que terminada fa ceremonia reiligiosa, llegó a las puertas de fa casa un peregrino, solidtando ver al niño. La criada, que le llevaba en brazos, se negó a tal demanda; mas el des– conocido manifestó que no se movería de allí hasta haber satisfecho su ·deseo. Como insistiese en ver al niño, sie puso el caso en conocimiento de Pka, madre del niño, la cua,l dió orden para que se complaieiera al peregrino. L'leváronle la criatura, y así que 'la vió, tomóla en sus brazos, y dijo: "Dos niños han nacido hoy en esta .calle, uno de los cua,les pr,ecisamente es éste, el cua,J ha de ser el mejor hombre del mundo, mas el otro, será el más malo." .Et peregrino, a continuación hízole una cruz sobre. el hombro derecho, y exhortó a la nodriza que Jo cuidase bien, pues, el ic1:emonio tra– taba de quitarle la vida. E,I espíri,tu maligno fué orou– gado a confesar en una ocasión por boca de un ener– gúmeno, al tiempo de los exordsimos, que espantados los príncipes de las tinieblas por su nacimiento, habían tanteado varios medios para quitarle la vida. No son de extrañar estos presagios, si se tienen en cuenta los señalados favores a que el cie;Jo le destinaba ( 1). 204. Trata el demonio de apartarle ele su santo propósito. (1) Leyenda de los Tres Compañeros, cap. I, núm. 2.-Bartolomé de Pisa; Coní,ormidades, Milán, 1513.