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- 182 - te, ex:clama: "¡Oh, Fr. León! Si los Frai:les Menores supiesen todas las l~nguas y todas las ciencias, y toda 1a Escritura, y aunque supiesen profetizar y revelar, no sofamente las cosas futuras, sino también ·los se.cre– tos de las conciencias y de las almas, escr.ibe que no está en esto la perfecta alegría." Andando un poco más, .. volvió a llamar muy fuente: "¡Oh, Fr. León, ovejuela de Dios! Aunque Ios FraHes Menores hablasen con lengua de a,ngeil, y supiesen el curso de las estrellas, y l,a virtud de 'la;s hierba;s;. aun– que les iiuresen re-vetlados todos los tesoros de la tierra y oonociesen las propiedaides de los pájaros y de Io:s peces y de todos los animales y de todos los hombres y de todos los árboil 1 es y de fas piedras y de las aguas, escribe que no está en esto la perfecta ailegrfa." Y siguiendo el camino un trecho mayor, .voivió a decir fuerte: "¡Oh, Fr. León! Aun cuando los Frailes Menores supiesen predircar de modo que convirtiesen a todos los infieles a la fe de Cristo, escribe que no está en esito fa perfecta alegría." Como continuase..este modo de hablar por más de dos millas, Fr. León, con grande admiradón, preguntó al Santo: "Paidre, te rue– go, en nombre de Dios, me di1gas ¿en qué consiste la perfecta aílegtía ?" A .lo que conitestó el Santo Patriar– ca: "Supongo que nosotros llegarnos a Santa María de los Angeles, muy mojados y llenos de barro, helados de frío y muertos de harn 1 bre, y que e'l por.tero, en vez de introdudrnos en eil convento, nos deja fuera de ia puerta en es,te miseraib'le estado, didendo lleno de en-. fado: Vosotros sois dos ociosos y vagos que anidáis por el mundo y robáis la limosna a los que son ver– daderos pobres. Si •en tal caso, sufrimos con paden– cia semejante tratamiento, sin conturbamos ni mur– murar, si nosotros pensamos humildemente y con cari– dad, que el portero nos conoce por lo que somos, y que por divina v()IJuntad habla de es.te modo contra nos-