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- 178 - salvación humana, y siempre se esfuerzan en descargar contra mi,s compañeros, cuan:do no pueden desahogarse contra mí". En otra ocasión hiz,o escribir la siguiente ordenadón: "T,engan cuidado los rnligiosos de no pre-. senta:i;se exteriormente mailhumorados e hipócritas tris– tes, sino mués,ti1ens,e gozosos en el Señor, alegres, sim– páticos y convenientemente gradosos ( 1). 17 1 9. Quiere que el semblante e,sté siempre alegre. Aunque el Santo tuviese motivo de tristeza por las tenta,ciones que experimentaba y por temor de fas penas de1 infierno, que le causaba ,la memoria de sus pecados,. no dejaba, sin embargo, de tener siempre el semblante aJ.egre. Preguntado un día por qué mositrnba siempre el semblante ailegre, respondió: "Es verdad que mis pe– cados me contristan varias verns, y Satanás quisi,e,ra ponerme melan,cólico pam haioenme perezoso y pes,ado; pero, cuando esto me sucede, mim a mi compañero. La alegría esipiritual que veo en é,I a,creoienta la mía, y así se desvanece toda la tentación. La a1legría mía es un tormento para los demoni,os, porque .tienen envidia de los benefidos que recibo. de Dios. Sé y veo cuando no– satlen con la suya, lejos de hacerme daño co,n la me'lan– colía, procuran hacerlo con q,ui,tar aa santa a1J.egría a mis compañeros, y si no ,pueden ganar nada con ellos ni conmigo, se retiran completamente con.fusos y aver– gonzados". Esta doctrina 1de 1 I ex,p:erimentado Padre es muy digna de ser tenida en ouenta para hacer frente a,I tenitador, cu~ndo venga a turbar nuestra paz inte– rior, con las muohas manera:s con que é'I sabe hacer-• \o (2). 180. Enseña dónde se encuentra la alegría. Enemigo' nuesfro amaldo Padre de la tristeza por con– vicción, evitaba con especia,Usimo cuidado la perniciosa enfermedad de la tristeza, de ta<I S1Uerte que, apenas (1) Celano: Vida Segunda, Segunda parte, cap XI, núm. 128. (2) Chalipe: Vida de San Francisco, lib. V, cap. XXIX.