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- 17 -- y qui,ere que a las personas eclesiásticas se las rodee de un nimbo de respeto que corrobore su autoridad. Entre todos. los fundador,es de Ordenes religiosas, San Fran.cisco fué uno de los primeros que pidieron al Sumo Pontífice la aprobación del instituto, y no contento con eso, postrado a los pies del Vicario de Jesucristo, hizo voto de absoluta obediencia, y pidió a Su Santidad un Cardenaí por protector y corredor de la Orden: Ved ahí al hombre católico" ( 1). 4. 0 San Francisco, hombre. apostólico. "E'l seráfico padre San Francisco estaba poseído de un espíritu apostólico. No con'tento de conservar y acre– centar. en su afana el tesoro de la gracia, deseaba que la luz de la fe brillase en todo el mundo, y .Jo procuró con tanto celo, que llegó a ser un verdadero apóstol, cuya misión autorizaba el cielo con prodigios continua– dos. No ,se puede leer sin derramar lágrimas el capítulo en. que Tomás de Celano habla del celo y amorosa so– licitud con que el seráfico Patriarca se dedicó a la pre~, dicación. Apenas conoció la voluntad de Dios, intimada por San.ta Clara y fray Silvestre, dejó el dulce retiro de la contemplación, y, a fin de dar todo el lleno a fas 'funciones del ministerio apostólico, salió del término de Italia, cruzó montes, atravesó ríos, midió con sus pies los. dilátados campos de Francia y .de España y, vol– viendo su vista hacia las regiones de Oriente, llegó a la corte del sultán de Egipto, a quien instruyó en 'las ver– dades de ,la fe, aunque con poco fruto. No malograba Francisco el don de Dfos, ni se ofrecía ocasión de ga– nar almas que no apmvechase: las iglesias, las plazas públicas, las encrucijadas de las calles, los caminos y los campos eran teatro donde el Santo alzaba su voz conmovida, llamando a todos al cumplimiento de sus obligaciones; y no levantaba mano de sus tareas apostólicas sino para darse a la contemplación e in- (1) Directorio Espiritual del Terciario· Franciscano, P, Eugenio de Oisy, Capuchino. · Fisonomia y espíritn.,.-2