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- 161 - el espíritu de humildad .. Asimismo, aunque el Santo Pa- , triarca. desde el principio de su conversión hasta su muerte hubi<ese observado una vida muy austera y a pesar de su complexión delicada, moderaba prudente– mente ,las mortifkadones de los re1igiosos; y muchas cosas que sin compasión se neg;aiba a sí mismo, las con– cedía a los demás por esipíritu de prudencia, disc.re– dón y car,idad. Es!te es el vendadero caráoter de los san- · tos; severos e infJ.eX'ibles ,consigo mismos, y complacien– tes con sus prójimos, a quienes tratan con indulgen– cia ( 1). (1) Celano: Vida Segunda, cap. III, núm. 21; Regla Segunda, cap. II. Fisonomía y espídtu...-11