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- 157 - las chispa 1 s de un fuego 1 apacible y suav:e, pero peli– groso. Levántate y límpiate las manchas secretas, que sin advertirlo habrás contrakl:0". Continuaron después su vfaje, y cuando llegaron al convento, el San.to mo– deró la penitencia con pafabras llenas -de s:ua;vidad, ayu– dáindoile a la v,ez a enjugar su hábito, que mojado lle– vaba encima (1). 153. Confía a la divina providencia la' elección de unos misioneros. Disponíase el Santo para un viaje a Tierra Santa. Con este objeto se encontraba en la Puerta de Ancona; y a:I capitán de la nav,e, que iba a llevar socorro al ejér– cito cristiano, había soiJicitado Je llevase a él y a alJ.gu– nos de sus compañeros gratuitamente. Cuantos re1igio– sos se hallaban presentes, todos querían acompañarle, para tener ocasión de obtener la corona del martirio; pero ante .la imposibmdad 1 de . complacer a todos, no contristar a ninguno y no usar de parcialidad, lleno de prudenda y ternura de amoroso Padre, 'les dij,o: "Mis muy amados hijos, no hay ninguno •de vosotros que yo ·no sienta alejar de mí; yo quisiera que todos me pudie– seis acompañar en mi viaje,' pero sería ahusar de la arnabi 1 1idad del capitán, solicitando que a todos os lle– vase. Para que ninguno tenga env,idia o queja, yo no quiero hacer la eiección; conviene que la haga Dios". Y llamanldo a un niño que estaba en la nave, le dijo: "El Señor, que ha dado a conocer muchas veces su vo– luntad por boca de los niños, no dudo que lo hará asd– mismo en es1ta ocaS'ión. Preguntémosle y demos crédito a cuanto dij,er,e. Dios habilará por su boca". Preguntóle aJ niño si era voluntad de Dios que todos los religiosos que se hallaban presen,tes hidesen e,ste vfaJe. El niño respondió con franqueza: "No es voluntad de Dios". Volvióle a preguntar cuál,es eran los que debían aicom– pañaJ.1le, y el niño dijo que once, señalándolos con el (1) Chalipe: Vida de San Francisco, cap. XIX.-Wadding: año 1219.