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16 - 2. 0 Retrato moral del Santo. Tomás de Celano es quien nos habla admirablemente de la hermosura del alma del seráfico. Padre con estas palabras: "¡ Oh, y· cuán hermoso, atractivo y aureo:lado de glo– ria se mostraba .con la inocencia de la· vida, con .la sen– cillez de las palabras, con la· pureza del corazón, con el amor de Dios, coi1 la caridad fraterna, con la obedien– cia incondicional, con el afectuoso trato, con su aspec-:– to .casi angélico! Reposado en el ob~ar, obsequio~o por naturaileza, afable en la conversación, comedido en los avisos, fidelíisimo en los compromisos, previsor en los consejos, constaQte en las obligaciones, y, en todo., lleno de gracia. Sereno en la inteligencia, dulce en el áµimo, sobrio en el. espíritu, absortó en.>la contemplación, asi– duo en las oraciones y siempre fervoroso. Constante en el buen propósito, firme en la virtud, perseverante en la gracia, y en todas. tas ocasiones siempre el mism.o. Prontísimo en el perdonar, tardío en el airarse, de in– genio elevado, de privi'legiada memoria, sutil en la dis– cusión, circunspecto en la elección y, en todo, sencillí-. simo. Riguroso· consigo miismo, compasivo con los de– más, y siempre discreto/' No se puede decir tnás en tan pocas palabras. Tra– bajemos por trasladar. esa imagen en nosotros, si que– remos llegar adonde llegó· el seráfico padre San Fran– cisco ( 1). 3. 0 San Francisco, ho.mbre católico.. San Francisco "fué. el hombre cristiano de que habla San Buenaventura; el hombre católico de quien habla Gregorio IX, adherido con la mente y corazón a la Silla Apostólica, que es la depositaria de la revelación, maestra de la verdad y tribunal supremo en materia de fe y costumbres. Por eso manda que todos sus hijos obedezcan rendidamente la:s élisposiciones .de la Iglesia, (1) Celano: Vida Primera, cap. XXIX, núm. 83.