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- 137 - 130. San_ Francisco promete perpetua obedien~ia a la Santa Sede. Entre .Jas muchas señales que presenta la obra de San Franchco de que es inspirada por Dios, se halla el es– píritu que la info111na, que es de obediencia y sumisión al juicio per,pe.tuo de la Santa Madre Iglesia. Hasta en– tonces nadie l.e aventajó, y desde entonces nadie le ha pasado delante. Es 1 la obediencia del Vicario de Cristo en la tierra uno de los puntos capitales de su Regla. En efecto, en .Ja primera Regla que escribió, que consta de veintitrés capítulos, todos basados en las enseñanzas del Santo Evangelio, dke :lo siguiente: "Esta es la vida que Fray Francis,co pidió le concediese y confirmase el papa Inocencio III, el cual la concedió y confirmó para sí y sus religiosos pr,esentes y futuros. Fray Francisco y _quien fuer,e cabeza de esta religión, promete obe– diencia y reverencia al pa:pa Inocencio y a sus suceso– res." Esto mismo se Jee en la segunda Regla, que ,es l.a que hoy guardan y observan todas las familias francis– canas de varones, que consta de d6ce capítulos, y dice así: "La Regla y vida de los Frailes Menores es ésta, conviene, a saber: guardar el Santo Evangelio de Nues– tro Señor Jesucds:to, viviendo en obediencia, sin propio y en castidad. Fray Francisco promete obediencia y re– verencia al señor papa Honorio, y a sus sucesores que canónkamente entraren en la Iglesia de Roma. "Ta:l fu6 el espíritu de San Francisco respecto de la Santa Madre Ig.Jesia, y ta:! el que han heredado sus hijos como tesoro inéi!preciable ( 1). 131. Define el Santo en qué consiste la perfecta obediencia. Abundante y sólida es la doctrina sustentada por el seráfico Padre y confirmada a cada paso con edificantes ejemplos. He aquí lo que nos dice de la obediencia. Un (1) Regla Primen., Introducción del primer capítulo; Reg.1,a Segunda, cap. I.