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-- r29 - tantemente ele su austeridad y vida mortificada, los alec– -donába con importantes documentos de ascética. Véase cómo enseña se debe recibir fa corrección: "Bienaven– turado el siervo que sufre con· tanta paciencia la ense-– ñanza, la acusación y corrección de a.Jguno, como si él mismo se la hiciera. Bienaventurado el siervo que, re– prendido benignamente se aquieta, modestamente se su– jeta, humildemente se acusa, y ,con placer recibe el cas– tigo de su falta. Bienaventm:ado el siervo que no tiene– propensión a ex;cusarse, y sufre con humildad afrentas y ba.Jdones por el pecado o defecto en que no tuvo culpa." Sapierntísima doctrina es ésta, en la cual asegura la paz a las almas, que tiene por furndamento la propia abnegación, tan necesaria para medrar en la virtud ( 1). 123. Escrúpulos y temores por el trato que debía dar a su cuerpo. Necesitando atender con remedios blandos y muelles a los males de su ex,tenuado cuerpo, lleno de congojas y de escrúpulos, acudió a un religioso en bus,ca de con-• sejo, a quien le dijo: "Temo cuidar con exceso la enfer– medad e interesarme en demasía en proporcional.ile ex– ,cesivos regalos. No que le deleite al cuerpo tomar los remedios exigidos por -la enfermedad, porque el pla·cer de ,todo sabor ha tiempo que se apartó." A lo cual res– pondió el religioso: "Dime, oh, Padre, ¿ con qué diligen– da obedeció tu cuerpo a tus mandatos?" A lo que con– testó: "Te doy palabra, hijo mío, de que en todas las ,cosas fué muy ·obediente, 1no perdonándose nada a sí mismo, sino que como esclavo cumplía cuanto se le or– denaba. No rehuyó trabajo alguno; no rehusó incomo– didades, sólo deseó cumplir mis ma_ndatos. En esto con– venimos perfectamente él y yo: en que sin repugnancia ambos servimos a Dios Nuestro Señor." Repuso enton– ces el religioso: "¿Dónde está, oh, Padre, tu liberalidad, tu piedad y tu discreción? ¿Es esta conducta digna entre 1 (1) Quaracchi: Opuscula Sancti Ftancisci, Admonitio XXIII. Fisonomía y espíritu...-9