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- III - aspecto miserable, juzgando un pobre importuno y va– gabundo, no solamente no lo escuchó, sino que le des– pidió bruscamente. Ante esta contrariedad, el Santo, lleno de profundísima humiildad, se retiró, poniendo su confianza en el Señor. A la noche siguiente el Papa, en sueños, tuvo una vi– sión, y Francisco o.tra. Vió el Papa crecer a sus pies .una palmera, .que poco a poco se hizo grande y her:.. mos,a. Maravillóse de lo que veía, y no comprendiendo .su significado, entendió con 4uz divina que la palmera representaba a aquel pobre que había despedido el día anterior, por lo cua,I a la mañana siguiente le hizo bascar; El atemorizado ánimo de Francisco y sus compañe– ros, por ..el mal resultado de la entrevista, fué consolado por eil Señor, el cual manHestó al siervo de Dios la vi..'. sión siguiente: par,ecía:le al Santo ver junto a un camino un gran árbol; acercóse a él, y colo,cado bajo sus ramas, a:.dmir.aba la inmensidad de su alitura. Cuando extático él admiraba el árbol, vió que éste se incliinaba hasta. tocar la tierra. Coi1 esta visión compren– dió Francisco que. 'la Santa Sede accedería a sus deseos. En efecto, bus.cado y hallado el siervo de Dios, fué a postrarse a l.os pies de Su San1tidad, a quien humilde-· mente expuso sus deseos. El Pa:pa, habiéndole oíido, y per,catado del camdor, shnpliddad y celo admirable del siervo de Dios, se incHnó a favorecerle. Así recompen– só el Señor la humildad de nuestro bendito Santo ( 1). 104. Sentimiento y doctrina del Santo acerca de la humildad. Enfermo se hallaba el Santo de perniciosas calentu– ras, y compadecido el obispo de Asfs, lo llevó a su pa– lado para cuidarle, proporcionándole todo lo que nece- (1) Cclano: Vida Primera, cap. XIII, núms. 32-33.-San Buenavcn• tua: Leyenda, cap. HI, núms. 8-9.-Cha!ipe: lib. I, cap. XXVIII.~– Wadding: año 1210, núm. 8.

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