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- IOS - hijos de San Framcisco, le imiten hasta. donde permitan sus fuerzas! (1). ' 99. Dispónese a derriibar una casita que habían construído junto a; la Pordúncula. , La mucha estrechez en que vivían los religiosos en Sanita María de los Angeles y los muchos forasteros y pe.regrinos que allí acudían, atraídos por el aroma de las virtudes de aquiellos saintos religiosos, hizo pensar en construir unia casita, la cual se edificó en aw,,enda del Santo. Cuando éste regresó de su aipostólica e:x,cur– sión, tomó gran di,sgusto por v,er en aquel edificio una' falta ,contra la santa pobreza. A fin de vengar lo que él consideraba un gra,nde agravio y ofensa de su amada pobreza, con a:lgu1110s de sus religiosos subió al tejado y comenzó a derribanle; y lo hubiera derribaldo todo, a no decirle a:lgunos de los presentes que aquel edificio era propieda,d de la ciudad', la cual ,Jo había levantado para los reli,giosos fornsteros., que no podían hospedar– se en el conven,to, por ser muy estrecho y tener que per– noctar ail ake Ubre. Con este aviso,, paró el derribo, y dijo: "Si esta casa es de !,a ciudad, la dejo y no quiero tocada; pero ni yo ni mis frailes, te1n,dremos pretensión alguna sobre ella." Con este motivo, la ciudad tomó la deliberación de cuidar de ella y : reparar.la. Los autores traen otro caso parecido ocurrido en la misma Por– ciúncula (2). 100. Severa disposición que da por haberle parecido demasiado mag,nífi:co un convento. Después de haber pfedkado el Santo en varios pun– tos de ,la Lombardía, quiso visitar a su amigo el carde– nal Hugolino, que se hallaba. en Bolonia como Legado Pontificip, quien le recibió con las más tiernas y afecuto– sas demostraciones de ,cariño. Después quiso visitar el co1wento que su Orden alH tenía, y cuando vió que era (!) Celano: Vid,1 Segunda, cap. II, núm. 59.-San Buenaventura: Le– yenda, cap. VII, núm. 2. (2) Celano: Vida Segum!a, cap. II, núnr. 57.

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