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51 sistema de fuerzas que, actuando en la materia, se destruye y se renueva sin cesar? ¿No será Dios todo eso junto, que con su enorme complejidad aplasta al hombre y el hombre reacciona, cristalizando su impresión en un concepto ilusorio de su razón, que luego aisla y personifica, gracias a la ten- • dencia antropomórfica que posee y que le arrastra a concebir- lo todo a su imagen y semejanza? ¡Dios! Pero ¿qué es Dios? ¿Es algo real, concreto, fuera de nosotros, o es algo que está sólo en mí, como producto de mi cerebro, de tal módo que el día que desaparezca el hombre desaparecerá Dios con todo el edificio de ilusiones, que de esa idea han nacido?.. Crea R. P. que esta cuestión me angustia y me inquieta y ante ella me vuelvo loco, de tanto darle vueltas a mi cabeza.» ¡Ah, mi querido amigo! ~ómo se transparenta en sus pa– labras esa mezcla híbrida de panteismo, materialismo y agnos– ticismo en que se forman la mayor parte de nuestros univer– sitarios, gracias a las ensefíanzas que reciben y a los libros que leen! • ¿Quién que se preocupe un poco de estas cuestiones no . conoce toda esa gama de filósofos que va desde el agnosti– cismo absoluto de Huxley, Taine y Littré afirmando que Dios está fuera de toda experiencia y que por lo tanto nada. pode– mos saber deEl, (recuerde que Harríson ha dicho que el ag– nosticismo es la tabla donde se refugian todos los .náufragos de la fe) hasta el Ontologismo de Rosmini y Gioberti soste– niendo que el entertdimiento puede ver en ·esta vida a Dios con vision natural y directa? ¿Quién no conoce el· Excepticis– mo filosófico que proclam~t la duda como Ley intelectual, el Kantismo que defiende ser una ilusión todas las pruebas meta– físicas, los Sentimentalistas que no admiten más pruebas de la existencia de Dios, que el presentimiento del corazón hu– mano y el Fideísmo rígido. de Lamennais y De Maistre para quienes sólo la Revelación ptfode decirnos que Dios existe? Pero no haYpor eso que angctstiarse y volverse ioco. 5