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44 mi estilo algo despectivo. Por mis cartas anteriores compren– derá Vd. que la primera acusación no es exacta, ya que una cosa es «ser tonto)) y otra muy distinta «estar tonto o inca– pacitado» para fallar en cuestiones que no se conocen a fon– do, que es de lo que acuso al 95 % de los incrédulos «intelec– tuales.» Por lo demás he dicho lo que tenía que decir y no bo– rro ni una coma.--Respecto a mi estilo, lo reconozco; es algo que no puedo remediarlo. ¡Si supiera lo cansado que estoy de luchar con enemigos llenos de prejuicios y de mala fe! Créame -que muchas veces, al verlos cómo se quedan tan orondos y tan iiesos, después de haberlos dejado sin poder contestar una palabra, he pensado si no sufrirán de incapacidad crónica o si su cabeza será algo así como una escusa para llevar el som– brero. Por eso, si toda mi amistad y mi paciencia y mi dulzura son para las almas sinceras, que como .Vd. y su amigo, bus– can con ansia la verdad, mis ironías y mi desprecio son para esa turba de fariseos que en sus discusiones no aspiran a otra .cosa que a encontrar una mancha en la túnica inmaculada de Cristo, o una falla en el cimiento indestructible de la Iglesia, no teniendo más armas de combate que el cinismo de su in– cultura y los chistes rastreros y hasta obscenos con que pre– tenden herir nuestras creencias. Y a estos individuos, sí que quisiera darles una corrida en pelo, de esas de «Sevilla-Bue– .nos Aires sin escala.)) Y .entremos en agujas. La carta de su amigo viene a de- 0mostrarme una vez más que el mayor inconveniente, que tie– nen los incrédulos para llegar a la verdad, es el desorden y la inconexión que reina en sus ideas. Fíjese en las cuestiones que .me propone en poco más de una página: 1 .ª) «¿En qué se diferencia la fe de un católico de la de un Protestante, un Mahometano o un Budista?)) Cuestión que entra de lleno en aquélla otra de si todas las religiones son iguales.-2.ª) «¿Por qué no hay ningún sabio que sea Santo y ningún Santo que sea sabio?» Cuestión que aparte de ser falsa, encierra un concepto erróneo de la santidad.-3.ª) «El