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Ahora bien ¿cuáles son. esos caracteres que debe presen– tar la verdadera religión? Basta meditar sobre lo que es la re-· ligión para determinarlos. La verdadera religión debe ser de tal naturaleza que se adapte a todos los tiempos, á todos los lugares, a todos los hombres, porque Dios es Dios de todos y porque el hombre donde quiera que se encuentre .siente y ne– cesita la religión. De aquí se deduce también que la verdade– rá religión debe imponerse al hombre no. por el miedo ni por 1a fuerza, sino por la convicción que engendra su excelencia y su propio yalor intrínseco, Debe así mismo producir en el hombre y los pueblos que la abrazan y practican un efecto de , dignificación y enr10blecimiento, no parcial sino absoluto, ya que siendo la religión un lazo que une al hombre ccin Dios, que es bien y es verdad y es al mismo tiempo su principio y su fin, esa unión y ese contacto debe producir naturalmente la semejanza. La verdadera religión debe además presentarse a cielo abierto, no temer la prueba del análisis y la crítica de los hombres, como no la temen la verdad y el bien, para que, <:orno patrimonio de todos, todos puedan conocerla y estudiar– la. Y debe sobre todo poseer pruebas evidentes e irrecusable~ de su divinidad y estas pruebas no son otras, sino la profecía y el milagro que de solo Dios pueden venir, porque solo Dios, eterno y omnipotente, es capaz de predecir lo futuro y obrar al margen de las leyes naturales. Convendrá Vd. conmigo en que la religión que posea to– das estas notas y carncteres será la verdadera, puesto que presenta todas las garantías de ser la que Dios quiere y el hombre necesita. Dejando, por el momento, a un lado todo ese fárrago de formas religiosas inferiores, hijas del sentimiento religioso en su estado bruto, que se encuentran enquistadas en pueblos primitivos de baja civilización y que no pueden resistir la crí– tica más trivial, vamos a fijarnos en las cuatro religiones que se dicen divinas y que por su contenido dogmático y moral, más han llamado la atención de la humanidad y más eco han