BCCCAP00000000000000000000587

111 Pero si por precepto divino entiende V d. una manifesta– ción externa, sensible de la voluntad de Dios, no tengo sino demostrarle las páginas de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, para que recuerde el Código admira– ble, severo unas veces y Heno de miseri'cordia otras, con/que Dios ha querido señalar el camino de la moralidad a los hom– bres. Dios, hablando unas veces directamente a los hombres o por medio de sus Profetas'y Legisladores otras; Jesucris– to-que aunque Vd. no lo crea es también Dios humanado,- /enseñando aquella doctrina profundamente moralizadora a los pueblos, son la fuente y la base eterna, indestructible de esas Leyes morales contra las cuales protestamos, porque c.oartan nuestra independencia y nuestros pujos de libertad mal en_– tendida. Por otra parte, mi amigo, o el principio de moralidad viene de Dios o no existe en manera alguna tal principio, pues no hay hombre, ni fuerza capaz que pueda obligarnos a llevar una vida de abnegación y sacrificio, ya que la moral implica' la represión de nuestros instintos y tendencias anima– les. Si la moral individual no es un precepto divino, hace bien el hombre en vivir como le dé la gana, procurando satisfacer por todos los .medios sus apetitos y pasiones. No creo haya llegado Vd. a semejante aberración, negando la necesidad y la obligación de la -moral individual y proclamando como un derecho natural esa vida sin honor, ni dignidad, que todavía condena el buen sentido de la humanidad. Pero lo verdaderamente ilógico de sus ideas está al que– rer establecer una moral social, después de haberla quitado a los individuos, como si no fueran los individuos los que com- 1 ponen y forman la sociedad. Comprendo que Vd. se da cuert• ta de que suprimida la moral individual, como precepto divi• no, se realiza aquel «homo homini lupus» (1) de Hobbes y entonces nó hay más. remedio que implantar «sea como sea» según dice, la moral social, es decir a la fuerza, por el miedo, (1) El hombre es un lobo para otro hombre.