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L\ OBSERVANCIA REGVL\R 85 deseaba hallarse presente a las nuevas fundacio– nes, no era tanto para asegurarlas en su aspecto material y jurídico, como «para establecer en ellas desde el primer momento la observancia regular, lo cual lograba mejor por si misma que por me– dio de sus delegadas. La observancia regular era, puede decirse, el objeto ordinario y predominan– te de sus cartas, en las que descendía hasta el detalle de las cosas mínimas, y deseaba ser infor– mada de todo»". Justamente el bióbrafo llamó a la Fundadora « víctima de la santa regularidad » 7 • Y después de haber brevemente esbozado algunos rasgos de su semblanza espirilaal, terminaba eligiéndose con énfasis a las religiorns : « Ahí teneis el modelo en el que debeis moldear todas vuestras acciones. Este es el retrato que debeis copiar con la mayor fidelidad posible, si quereis ser hijas legítimas de esta Madre, que ha obrado siempre según la vo– luntad de Dios, porque todo lo hizo en conformi– dad de las reglas " ". 3. - SIGUIENDO SUS EJEMPLOS. Y afortunadamente formó escuela. Su amor a la observancia regular fue conservado como lega– do sagrado. Las religiosas imbuidas en su espí– ritu, proyectaron en el tiempo y en el espacio su '' Cf. Histoire de l'Ordrc I, p. 383. 7 Cf. ibid., p. 384. ', DE S.\INTE M,\IUE, Abrégé ele la vic, P. 281.