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PRESUPUESTOS ORIENTADORES 59 estatutos particulares en la espiritualidad igna– ciana, que tiene su formulación más característica en los ejercicios. Estos ocupan un lugar premi– nente en la ascética de la Compañía de María y completan el influjo que por otra parte recibían a través de la literarura jesuítica representada por excelentes maestros y directores de espíritu. Las fuentes y los biógrafos han puesto de re– lieve el hecho"'. Por lo demás nadie se sorprende de ello, pues es sabido, como antes se insinuaba, que los organizadores de la Compañía de María adaptaron las reglas y contituciones a las de la Compañía de Jesús y que fue un empeño cons– tante de las Hijas de Juana de Lestonnac asimi– larse el espíritu de san Ignacio y moldearse se– gún él. Apenas la Fundadora obtuvo la aprobación pon– tificia y estableció la primera comunidad borde– lesa de la Orden, confió a los jesuitas su direc– ción espiritual así como la interpretación y expli– cación de las reglas y constituciones. Fueron sus primeros consejeros como habían sido sus pru– dentes y constantes colaboradores. La labor orien– tadora del P. Juan de Bordes en la formación '" Naturalmente, no era un caso aislado. La prúctirn de los ejercicios ignacianos jugó un papel no indiferente en la reforma de las abadías benedictinas francesas a lo largo del siglo XVII. En varios monasterios la reforma comenzaba o se consolidaba con una tanda de ejercicios gracias a la intensa espiritualidad que de ellos derivaba. Cf. Henri BREMOND, ob cit. II, 294 sigs.; Joseph DE Gur– BERT, S.J., La spiritualité de la Compagnie de Jésus. Es– quisse historique, Roma 1953, p. 298 sig.

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