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38 PROPEDEUTIC\ ESPIRITUAL desempeñaban siempre bajo la dependencia de otra religiosa. Practicamente dependían solo de su maestra, por lo menos en todo lo relacionado con el plan formativo y educacional. Cada quince días les daba una conferencia acerca de las reglas y constituciones del Instituto y de otros temas espirituales; y mensualmente se entretenía en par– ticular con cada una para cerciorarse mejor de sus adelantos en la oración, en el examen de con– ciencia, etc. Además les proveía de libros opor– tunos, y, en caso de no disponer de un director, les dirigía los ejercicios anualesrn. El punto culminante del juniorado era la re– novación ele los votos, precedida de una prepa– ración metódica e intensa, que ciertamente pro– ducía un impacto indeleble en la conciencia ele las religiosas que debían revivirlo dos veces al año durante toda la vida"'. Todos los ejercicios de piedad ordinarios y extraordinarios de los tres días precedentes se ordenan a suscitar en el alma el más vivo deseo de renovarse enteramente y de compenetrarse más y más de las responsabi– lidades de su vocación. Las frecuentes lecturas ele los maestros espirituales"' ampliarán los hori- rn Cf. Coutumier de l'Ordre, p. 38-40. Todas las profesas debían renovar los votos dos n,ccs al ano en las solemnidades marianas de la Purifi– cación y ele la Asunción. Cf. Regles commwws I/4, en Rccueil, p. 56. '" Concretamente aconsejan la lectura ele los autores siguientes: Lucas PINELLI, S.J., Gersone, della perfezione religiosa e clell'o/Jligo che ciascwz religioso Iza di acqui– starla, Napoli 1601. La primera versión francesca, a la que siguieron otras, es de 1603; - Francisco ARL\S, S.J.,